Bienvenidos a La Conquista del Estado

Semanario digital de lucha y de información política. Fundado por Ramiro Ledesma Ramos en 1931

martes, 24 de septiembre de 2013

Reflexiones para la Rebelión.

http://fotos.tsncs.com/img/IMAGENES-USUARIO/IMG_1045/7f7a60c3-6506-4717-bbd6-abf77807a826_634153469971489350.jpgRicardo Saenz de Ynestrillas. Los tiempos en que se pusieron de manifiesto las virtudes más altas de las que un hombre es portador –léase Honor, Fidelidad, Compromiso, Patriotismo, Búsqueda de la Justicia Social– ya pasaron porque el subproducto de las sociedades demoliberales y burguesas es este individuo, egoísta, indiferente, insolidario y desleal.

Esto ocurre porque es precisamente en las situaciones de mayor persecución, de máxima represión y de vida más dura donde salen a relucir estas virtudes y la nuestra es una sociedad donde los reprimidos apenas si tienen voz y si se les oye no interesan a nadie. Yo mismo he sido testigo presencial del sentimiento de solidaridad o de hermandad que se despierta en la cárcel. También he leído cientos de hazañas que surgían en tiempos de guerra, de persecución o de represión.

Quizá por ello, si queremos cambiar la deriva abúlica que han tomado las sociedades capitalistas deberemos empezar por intentar cambiar la forma de pensar y, sobre todo, la de ser de quienes constituyen dichas sociedades.
Haciendo un evidente silogismo solo es posible incidir en las condiciones de vida humanas como soporte de las de la vida nacional, es decir, de las naciones, si conseguimos crear el caldo de cultivo adecuado para que cada individuo pueda extraer lo mejor –y lo peor– de sí mismo, a saber: la rebelión. Se me dirá “¿rebelión contra quien? ¿ rebelión por quién? ¿ rebelión con quién?”. Pues bien, rebelión –para empezar– contra nuestro propio individualismo burgués y acomodaticio, rebelión contra todo interés personal por encima del interés general.

Rebelión contra toda conducta que reprima la persistencia de nuestra Nación mediante la regresión a las antiguas tribus, a las divisiones superadas hace siglos. Rebelión contra todo afán disolvente, disgregador, separador o separatista. Rebelión, en suma, contra nuestro propio yo burgués para por elevación, poder plantearla luego en el terreno de lo metafísico, de las ideas, de la Patria, la Justicia o la Religión. Para empezar deberemos ponernos permanentemente a prueba desarrollando lo que otros llamaron “gimnasia revolucionaria” que mantenga en buen tono nuestro soporte físico y mental para afrontar los desafíos, los retos más audaces y arriesgados.

Nuestro pueblo ha demostrado que solo responde al estallido de las bombas y al chasquido de las pistolas, cuando les salpica de cerca la sangre de sus propios familiares. Así es como ETA ha ganado sus batallas y, reconozcámoslo, casi la guerra. 

Si no somos capaces de devolver golpe por golpe y de asumir las consecuencias de nuestros actos, seamos sinceros, plantear la lucha política no pasa de ser una vacua declaración de intenciones para revestir nuestra inane existencia de un carácter místico. Es en este sentido –y no en otro– que presento la gesta “de la reconquista nacional”

Manifestación por la República Social Española

http://img844.imageshack.us/img844/3825/xyfd.jpgEl Movimiento Social Republicano convoca para el próximo 12 de Octubre en Madrid una manifestación bajo el lema "Por la República Social Española". El MSR propugna la implantación de la República Social como un proyecto de refundación nacional, entendiéndola como la única vía de rechazo a la monarquía bornónica y para una verdadera democratización de la sociedad. A la manifestación se han adherido la Asociación Cultural In Memoriam Juan Ignacio y la coordinadora Acción Nacional Revolucionaria. 
Desde La Conquista del Estado apoyamos la convocatoria y animamos a todos los patriotas a acudir en masa para luchar por una España mejor.

República - Nación - Socialización






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martes, 3 de septiembre de 2013

Yo he visto a José Antonio

http://hispaniainfo.files.wordpress.com/2009/06/nacho-toledano.jpg?w=225Nacho Toledano. No vive José Antonio en la gélida losa de la Basílica de piedra en Cuelgamuros. No vive José Antonio en un mausoleo helado excavado en la roca ni, tan siquiera, en aquel Paraíso que anunciara -guardia eterna de ángeles y espadas justicieras- o en el Cielo beatífico de los justos y buenos. José Antonio no vive al final de una Corona tras una noche de marchas y relevos, ni bajo el peso de una lápida sencilla grabada con su nombre. No encontraréis ahí a José Antonio.
Yo he visto vivo a José Antonio. Le he visto vivo en estos años negros, marchando junto a aquellos que piden dignidad y trabajo. Le he visto andando junto a los trabajadores asturianos y vascos, o bajo las banderas de los parados andaluces. Le he visto en la fábrica cerrada o discutiendo huelgas entre los jornaleros sin contrato. Yo he visto vivo a José Antonio, llevado por la fuerza por tresantidisturbios y puesto en libertad al día siguiente por un Juez de Guardia. Le he visto encadenado dentro de una sucursal bancaria o haciendo sonar su cacerola en las plazas de los pueblos de España. Le he visto cercando el Congreso o acampando en la Puerta del Sol al lado de los que nada tienen. Le he visto en un local de Cáritas y también rebuscando en los contenedores de basura. Yo he visto vivo a José Antonio en una cola del INEM, de la mano de aquellos a los que la vida ha pasado por encima. Yo le he visto sudando un trabajo basura y reclamando firme su derecho frente a un empresario sin escrúpulos. Le he visto llorando en una casa desalojada luchando, hombro con hombro, del lado de los padres olvidados y de los abuelos esquilmados. Le ve visto con los desahuciados, cargando cajas de cartón delante de una comisión judicial. Le he visto amparando a los que han dejado de creer y esperando junto a ellos un milagro que nunca llega. Le he visto oponiéndose a las privatizaciones y clamando contra los recortes de Mariano Rajoy. He visto a José Antonio abrazando a los que han perdido la esperanza. Llorando con ellos. Protestando con ellos. Muriendo con ellos -y por ellos- una y mil veces más. Le he visto fundido en la tristeza de nuestros ciudadanos y en la miseria de los desheredados. Le he visto pidiendo un proyecto común de convivencia. Una Patria de todos solidaria y libre. Le he visto en Atenas, en Lisboa y en la Franja de Gaza.
Y he escuchado su voz. Esa voz que sigue exigiendo -día tras día- la demolición de este modelo económico y la creación de una banca justa y sindical. Y le he escuchado pidiendo Pan y Justicia. Y la autogestión en las empresas y Municipios fuertes. Le he escuchado exigir la dignidad de todo un pueblo. Y una República en la Revolución. Le he escuchado pidiendo Libertad y cantando canciones incendiarias antiguas y modernas. Yo le he escuchado todo eso.
Porque José Antonio está VIVO. Vivo en el sufrimiento de los más humildes y en sus ansias de liberación. No dejéis que os engañen porque -evidentemente- no está muerto... ¿o es que alguno de vosotros ha visto muerto a José Antonio?

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